Por Mauricio Durán
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El año pasado escribimos en accompañarte un texto sobre el duelo (puedes consultarlo aquí). Este mes de noviembre lo dedicamos a charlar en nuestras redes sociales sobre el mismo tema, a propósito del #DíaDeMuertos en México. Me han hecho llegar una serie de preguntas sobre el tema por diversos medios, y el objetivo de este texto es compartir algunas reflexiones a partir de estas inquietudes, por si algo de esto aportara o fuera de utilidad en tu camino, querida persona lectora.
Antes de iniciar el recorrido, subrayo que me importa promover reflexiones y que no hay respuestas absolutas, hay procesos abiertos y diferenciados para cada persona, en todo caso, lo más oportuno será acercarse a una persona profesional que acompañe tus procesos. En accompañarte, podemos hacerlo con gusto, si optaras por esa elección (más información aquí).
1. ¿Cuáles son las etapas típicas del duelo? Elisabeth Kübler-Ross [1], la psiquiatra suizo-estadounidense, propone que el proceso del duelo pasa por: (1) Negación: donde las personas pueden tener dificultades para aceptar la realidad de la pérdida, negar la verdad o sentirse abrumadas por un sentido de incredulidad; (2) Ira: las personas en duelo pueden sentirse enojadas con la persona fallecida, con ellas mismas, con el mundo o con fuerzas superiores; (3) Negociación: cuando las personas intentan hacer acuerdos para revertir la pérdida. Pueden hacer promesas a sí mismos, a Dios o a la vida en un esfuerzo por recuperar lo que han perdido; (4) Depresión: se pueden experimentar sentimientos de desesperanza, soledad y tristez; (5). Aceptación: con el tiempo, algunas personas logran procesar la realidad de la pérdida y encuentran una manera de seguir adelante. La aceptación no significa olvidar o dejar de lado los sentimientos de dolor, sino aprender a vivir con la pérdida de una manera que permita la adaptación a una nueva realidad.
2. ¿Es normal experimentar emociones contradictorias durante el duelo? Desde un punto de vista humanista, es totalmente normal experimentar emociones contradictorias, y no solo durante el duelo. A veces en la vida cotidiana, lo llegamos a experimentar. Por eso, a menudo cito a Gerardo Aridjis (terapeuta en “Otros Mirares”) quien señala que los sentimientos son un gerundio: ando triste, ando contento, y a veces ando contento y triste al mismo tiempo.
3. ¿Cuánto tiempo dura el duelo? No es posible contabilizarlo en el tiempo. El proceso depende de cada persona. En ocasiones se puede pasar por las 5 etapas del duelo que propone Elisabeth Kübler-Ross en un solo día, y no necesariamente de manera líneal. Avanzamos y retrocedemos, nos saltamos etapas, a veces vuelven. Las heridas siempre están presentes de un modo u otro, pero si nos permitimos pasar por un proceso de duelo, si nos permitimos duelar y experimentar los sentimientos displacenteros que nos están hablando de necesidades a cubrir, poco a poco dolerán menos, aunque el dolor nunca deje de estar presente de vez en vez.
4. ¿Cómo puedo ayudar a alguien que está pasando por un proceso de duelo? Dependerá de cada persona. Lo más importante es acompañar sus necesidades. Muchas veces lo que más ayuda es una presencia libre de ‘palabras bonitas y consoladoras’, dar espacio al llanto, al dolor, es como estar en silencio con tu presencia, y atender lo que necesita ser atendido.
5. ¿Es normal sentir culpa después de la pérdida de un ser querido? Tampoco es una respuesta absoluta, y deberá revisarse cada caso a detalle. En principio, podríamos hipotetizar que si se siente culpa, es probable que haya temas pendientes por resolver a nivel personal (no necesariamente vinculados a la persona que ha partido, aunque pudiera ser). En todo caso, hablaría más de que es normal pasar por cualquier emoción, y habría que revisar qué está siendo importante para la persona que lo vive desde la emoción que está viviendo (valga la redundancia).
6. ¿Cómo manejar la tristeza en fechas especiales después de la pérdida? A menudo en accompañarte, hablamos de dar espacio a los sentimientos displacenteros. Es necesario duelar, pasar por el proceso de tristeza. Es cierto que en general no deseamos pasar por etapas de dolor, sin embargo, el dolor beneficioso del que habla Martha Nussbaum [2], filósofa estadounidense que citamos a menudo, en su propuesta para el desarrollo humano, busca ser un espacio para los dolores necesarios que aportan más de lo que dañan a nuestra vida (fisiológica o emocional). Cuando hablo del dolor beneficioso pongo como metáforas una operación ineludible o unos laboratorios de sangre, que si bien nos generarán dolor, al final nos reportarán más beneficios por lo que nos ofrecen para reparar una parte de nuestro cuerpo o para evaluar su estado. No hay que temerle a los sentimientos displacenteros, pero también, esta pregunta se conecta y profundiza con la respuesta a la siguiente.
7. ¿Cuándo es el momento adecuado para buscar ayuda profesional durante el duelo? Si la tristeza es constante, profunda y no ha pasado aún después de un tiempo se considera impactante para desarrollar de manera deseable la vida cotidiana, es necesario hacerse acompañar de una persona especialista en el tema. En accompañarte, es posible que encuentres la ayuda que necesitas.
8. ¿Es normal tener dificultades para concentrarse o recordar cosas durante el duelo? Sí, es completamente normal. El proceso de duelo puede tener un impacto significativo en la función cognitiva (procesos y actividades mentales relacionados con el conocimiento, la comprensión, el pensamiento, la memoria, la percepción, la resolución de problemas y otras funciones mentales) y emocional de una persona. Las emociones intensas, como la tristeza, la ira y la confusión, pueden afectar la capacidad de concentración y la memoria. Algunas de las razones por las cuales las personas en duelo pueden tener dificultades cognitivas incluyen: Cargas emocionales: El duelo puede estar acompañado de emociones abrumadoras que ocupan gran parte de la atención y la energía mental, dejando menos recursos para otras tareas cognitivas. Estrés: El estrés emocional asociado con la pérdida puede afectar negativamente la función cognitiva, incluida la capacidad para concentrarse y recordar información. Fatiga: El duelo puede llevar a la fatiga física y mental, lo que puede contribuir a problemas de concentración y memoria. Preocupaciones y pensamientos recurrentes: Las personas en duelo a menudo pueden experimentar pensamientos recurrentes sobre la pérdida, lo que puede interferir con la capacidad de concentrarse en otras cosas. Es importante comprender que estas dificultades son normales en el contexto del duelo y que, con el tiempo y el apoyo adecuado, la mayoría de las personas experimentan una mejora en su función cognitiva. Si las dificultades persisten o afectan significativamente la calidad de vida, puede ser útil buscar apoyo emocional de amigos, familiares o profesionales de la salud mental. Además, el autocuidado, como descansar lo suficiente, mantener una dieta saludable y practicar la gestión del estrés, puede ayudar a mejorar la función cognitiva durante el proceso de duelo.
9. ¿Puede haber consecuencias físicas asociadas con el duelo, como problemas para dormir o cambios en el apetito? Sí, el duelo puede tener consecuencias físicas, y es común que las personas experimenten cambios en su salud física durante este período. Algunas de las manifestaciones físicas asociadas con el duelo incluyen: (1) Problemas para dormir: El duelo puede afectar el patrón de sueño. Algunas personas pueden experimentar insomnio, dificultad para conciliar el sueño o despertarse durante la noche. Otras pueden experimentar lo contrario, como dormir en exceso. (2) Cambios en el apetito: El duelo puede influir en los hábitos alimenticios. Algunas personas pueden perder el apetito y experimentar pérdida de peso, mientras que otras pueden recurrir a la comida como una forma de lidiar con las emociones y experimentar aumento de peso. (3) Fatiga: El duelo emocional puede llevar a la fatiga física, como ya he señalado anteriormente. La carga emocional y el estrés pueden agotar la energía, afectando la capacidad de realizar actividades diarias. (4) Síntomas somáticos: Algunas personas pueden experimentar síntomas somáticos, como dolores de cabeza, dolores musculares, tensión en el pecho o molestias estomacales. Estos síntomas pueden ser una manifestación física del estrés emocional. (5) Supresión del sistema inmunológico: El estrés prolongado asociado con el duelo puede afectar el sistema inmunológico, lo que hace que la persona sea más susceptible a enfermedades. Estas respuestas físicas son parte de la interconexión entre la mente y el cuerpo. El estrés emocional puede tener un impacto significativo en el bienestar físico. Es importante destacar que estas respuestas físicas son normales en el contexto del duelo, pero si persisten o afectan significativamente la salud de alguien, puede ser útil buscar apoyo de profesionales de la salud, como médicos o consejeros. El autocuidado durante el duelo, que incluye descanso adecuado, una dieta equilibrada y la búsqueda de apoyo emocional, puede ayudar a mitigar algunas de estas manifestaciones físicas. Además, la paciencia con nosotras mismas, como personas, y permitirnos tiempo para adaptarnos a la pérdida son aspectos cruciales del proceso de duelo.
10. ¿Es posible experimentar el duelo antes de que ocurra la pérdida? Si nos encontramos acompañando a una persona de edad avanzada o con un estado de salud precario y terminal, es posible que se pueda comenzar a procesar el duelo. Para ello, nunca está de más acercarse a un accompañamiento adecuado para prepararnos de la mejor manera posible. Esperando que, en la medida de lo posible, hayamos atendido a una selección de preguntas que apoyen de alguna manera las reflexiones sobre estos procesos, de dejo un abrazo pendiente, querida persona lectora, hasta nuestro siguiente encuentro por estos espacios virtuales. Invitándote a suscribirte a nuestra comunidad aquí, a darle like y a compartir nuestros artículos, si te son de utilidad y a seguirnos en todas nuestras redes sociales como “accompañarte” con doble ‘c’. No olvides dar un vistazo a nuestro canal en spotify y youtube, donde podrás encontrar nuestro podcast sobre el duelo y otros temas de interés para ti.
Referencias
[1] Kübler-Ross, Elisabeth (2010). Sobre la muerte y los moribundos. Ed. Debolsillo.
[2] Nussbaum, M. C. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Traducción de Albino Santos. Paidós. Barcelona.
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