Por Mauricio Durán
(Ciudad de México, Julio de 2023)
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¿Qué es la calidad de vida? ¿Cómo podemos acompañar a las juventudes como personas cuidadoras, madres, padres, abuelos, tíos, docentes? ¿Cómo podemos acompañarnos como personas a mejorar y actualizar nuestra calidad de vida? ¿Qué son el empoderamiento y la agencia? ¿Qué herramientas podemos encontrar para aproximarnos a la calidad de vida?
En este texto, esbozaré algunas ideas en torno a estas preguntas, intentando accompañarte con estas reflexiones.
Primero, tratando de entender y definir lo que es la juventud, el término está relacionado a menudo con la edad y con las capacidades físicas del cuerpo de las personas que están en un rango definido de edad. Sin embargo, esta es una definición que damos las personas desde una mirada externa. Estas ideas, definen una identidad desde fuera, quizá hasta desde una perspectiva adultocéntrica que nos habla de un ‘deber ser’, de un ‘cómo debieran ser las juventudes’. Sin embargo, las personas jóvenes están definiendo también sus identidades. [1]
Definir a las juventudes muchas veces proviene de una construcción histórica y social. No es que exista una única juventud: en las sociedades actuales se habla de las juventudes. Es algo similiar a la propuestas de las terapias narrativas que señalan que las personas estamos en la búsqueda constante de nuestras identidades preferidas, aquellas que nos permitan vivir una vida más plena [2]. Si dejamos de enfocarnos desde el adultocentrismo que muchas veces condena a las juventudes a ‘ser como debieran ser’ sin permitirles ser escuchadas desde una mirada empática, quizá podemos empezar a generar liderazgos basados en necesidades y no tanto en liderazgos autoritarios que muchas veces llevan a la violencia. ¿Qué estarán sintiendo y necesitando esas juventudes?
Luego de entender de manera general que estamos hablando de personas en camino a construir sus propias identidades preferidas, es importante comenzar a explorar aquello a lo que me intento referir cuando hablo de ‘calidad de vida’. Así, para entender la calidad de vida hay que hablar de aspectos subjetivos (algo muy personal e individual) y aspectos objetivos (algo que puede ser tangible, visto y valorado, por todas las personas). Dentro de los aspectos subjetivos hay que considerar los siguientes (si eres una persona joven, o si quisieras entender la calidad de vida en la tuya propia, realízate las siguientes preguntas en primera persona, quizá ayude más):
1. ¿Cómo estás viviendo tu intimidad?
2. ¿Te expresas a nivel emocional?
3. ¿Cómo percibes la seguridad de tu entorno?
4. ¿Te consideras una persona productiva y plena?
5. ¿Cómo percibes tu salud y los medios que te brinda (o deja de brindar) tu entorno?
Dentro de los aspectos objetivos (aquello que deja de ser sólo la mirada personal, sino que puede ser evaluado por otras personas además de ti):
1. ¿Qué tanto bienestar material tienes o dejas de tener?
2. ¿Qué tan armoniosas son tus relaciones con el medio ambiente, o con otros seres vivos (animales, naturaleza).
3. ¿Qué tan armoniosas son las relaciones que vives en comunidad (con otras personas)?
4. ¿Qué tanto apoya el entorno para cuidar de tu salud?
A estas miradas sobre la calidad de vida que propone Rubén Ardila [3], yo añadiría algunas preguntas partiendo de las capacidades que propone Martha Nussbaum.
Capacidades y calidad de vida
Las capacidades que propone la filósofa Martha Nussbaum [4], quien ha tenido injerencia sobre la visión del desarrollo humano en la Organización de las Naciones Unidas, junto con Amartya Sen (Premio Nobel de economía 1998), señalan en resumen que las personas debiéramos tener opciones para elegir de manera libre lo que queremos ser y hacer para mejorar nuestras condiciones de vida. Tienen que ver, por lo tanto, con la posibilidad de elegir y actuar desde la libertad. Si tratamos de conectar con mejorar o actualizar la calidad de vida de las personas jóvenes y lo extiendo a nosotras mismas como personas… a tí misma (querida persona lectora)… te preguntaría ¿Y tú, cómo estás viviendo tus capacidades?
Martha Nussbaum propone una lista de 10 capacidades que considera adaptables, universales y esenciales para el florecimiento humano. Y en este sentido te preguntaría… ¿qué tanto el entorno (y tú misma como persona) te está permitiendo tener mejoras o está dejando pendientes para ti en los siguientes ámbitos…?
1. En la duración de una vida normal sin una muerte prematura.
2. En los ámbitos de tu salud física (incluyendo tu salud reproductiva –libre elección de métodos anticonceptivos– y tener un lugar digno para vivir).
3. En tu integridad física para sentirte segura tanto al interior de tu hogar como fuera de tu hogar, libre de hechos violentos, y pudiendo elegir la forma de satisfacer tus necesidades sexuales.
4. En los ámbitos de tus cinco sentidos, el uso de tu imaginación y tu pensamiento. Tomando en cuenta una educación humanista que se adapte a tus necesidades, que te permita experimentar obras artísticas (no sólo viéndolas, sino haciéndolas, aunque no seas ‘bueno’ para ello), intervenir en las decisiones políticas de tu entorno, y con garantías de libertad de expresión, pudiendo elegir la religión que quieras practicar o elegir no practicar religión alguna.
5. En poder experimentar las emociones que vives (sean placenteras o displacenteras).
6. En poder crearte una concepción de lo que te hace bien y hace bien a otras personas, desde una reflexión crítica.
7. En poder vivir y convivir con otras personas, siendo empática y promoviendo espacios seguros para todas, sin vivir ni promover la humillación y fomentando el respeto mutuo. Viviendo libre de discriminación y con la posibilidad de reunirte y expresarte para decidir lo mejor para ti y tu entorno a nivel político.
8. Pensando en otras especies de nuestro planeta con respeto y cercanía (animales y plantas, entre otros).
9. Teniendo la posibilidad de esparcirte y gozar de actividades recreativas.
10. Teniendo la posibilidad de adquirir bienes muebles e inmuebles, en condiciones de igualdad. Contando con la posibilidad de sentirte segura ante las autoridades, sin que haya detenciones ilegales. Pudiendo trabajar en un lugar donde te respeten y valoren.
Y entonces… ¿Cómo vivimos nuestra calidad de vida? ¿Cómo la viven las juventudes? ¿Cómo podemos acompañar a las juventudes como personas cuidadoras? ¿Cómo podemos acompañarnos como personas a mejorar y actualizar nuestra calidad de vida? Desde mi perspectiva, es importante, para ir cerrando estas reflexiones, hablar sobre empoderamiento y sobre agencia.
Empoderamiento y agencia
En 2017 un grupo de investigadores encabezados por Xavier Úcar [5], realizaron la revisión de 297 artículos científicos publicados a lo largo de 15 años con la finalidad de tratar de entender el término ‘emoderamiento’. Estos investigadores, señalan que el empoderamiento está relacionado con la transformación y el cambio que se da en las personas, los grupos y/o las comunidades. Este cambio implica ganar control y autonomía sobre sus propias vidas. Empoderarse tiene relación con el poder. Tener poder sobre nuestra propia vida, nuestras decisiones, sobre nuestras formas de andar en el camino… sobre mí misma como persona. El término también se relaciona con la participación. Es decir, ser tomada en cuenta, ser vista como persona, ser escuchada, ser valorada, ser validada. Por último, tiene que ver con la educación, con la posibilidad que tenemos de aprender, posibilidades que nos brinda o nos deja como pendientes el contexto.
El empoderamiento es central en un proceso de acompañamiento de las personas. En la charla que tuvimos este mes con Xavier Úcar, nos señalaba puntualmente que nadie puede empoderar a una persona. Solamente es posible acompañar a las personas para que ellas mismas generen su propio empoderamiento.
Por último, y no menos importante, es necesario hablar de la agencia. El término se refiere a la posibilidad que tenemos las personas para actuar y promover cambios. Los logros se valoran en función de los valores y objetivos propios de cada una de nosotras, como personas. La agencia toma en cuenta la realización de todas las metas que consideramos valiosas, lo que tiene relación con nuestra propia vida y también lo externo a la vida de las personas, pero que consideramos importante. Metas valiosas como las actitudes de entrega, solidaridad y empatía hacia otras personas. Tiene que ver con las iniciativas individuales, y que aún así, visibilizan a otras personas y al entorno. Por ello, la persona con agencia puede realizar acciones en el plano personal y en el de su comunidad.
La agencia promueve la posibilidad de participar en los ámbitos económicos, sociales y políticos (decisiones en grupo, u otras formas de relaciones entre personas). También tiene que ver con la libertad de expresión, de reunión, libertad de conciencia y pensamiento, las libertades económicas (libertad individual de comprar y vender); y los derechos culturales, es decir ¿qué tanto tengo acceso a la cultura, al arte, a experimentarles y a disfrutarles? [6]
Y a todo esto… ¿cómo podemos promover el empoderamiento y la agencia?
Como señalo a menudo en estos espacios, el entorno aporta o deja pendientes. En lo que respecta a nosotras (personas)… es importante hacernos de espacios para promover el acceso a una educación más centrada en el humanismo, en escuchar las necesidades de las personas, permitirnos y permitir espacios de acompañamiento a través de personas interesadas en las personas y sus necesidades (a nivel docente, psicoterapéutico, artístico). Es importante promover un pensamiento deconstructivo que nos permita vernos a todas como personas, en el caso del tema del mes, dejar de ver a las juventudes como personas ‘en proceso a la adultez’, "incapaces de". No, si les vemos como personas, si escuchamos sus sentimientos y necesidades, quizá podamos comenzar a entablar nuevos diálogos de los que todas aprendamos y poner al centro sentimientos y necesidades mutuas.
¿Qué mueven dentro de ti estas reflexiones? Déjame tus comentarios y dudas, comparte con quien creas que le sea de utilidad. En Accompañarte, promovemos espacios para que las personas encuentren sus propias respuestas a través de la agencia y el empoderamiento, desde las miradas de las psicoterapias humanistas, la educación social, el arte y la interdisciplina.
Te invito a formar parte de la comunidad accompañarte. Dando clic acá puedes obtener más información. Hacer comunidad nos ayuda a sentirnos un poquito menos solas en medio de las dudas constantes que surgen en la vida.
Recuerda que tenemos diversos espacios de acompañamiento, para docentes, para empresas o para personas, me puedes escribir un whatsapp al (+521) 55 30 41 28 87 y con gusto te leo. También puedes darle un vistazo a esta info: Accompamiento en línea y/o presencial.
Referencias
[1] Margulis, Mario y Urresti, Marcelo. (1996). La juventud es más que una palabra: ensayos sobre cultura y juventud. Biblos, 1a ed. Buenos Aires.
[2] Latorre, Í. (2013) Terapia narrativa: algunas ideas y prácticas. En F. García (Ed.) Terapia Sistémica Breve. Fundamentos y Aplicaciones. Santiago de Chile: RIL editores
[3] Ardila, Rubén Calidad de vida: una definición integradora Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 35, núm. 2, 2003, pp. 161-164 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia
[4] Nussbaum, M. C. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Traducción de Albino Santos. Paidós. Barcelona.
[5] Úcar, X., Jiménez-Morales, M., Soler Masó, P., & Trilla Bernet, J. (2016). Exploring the conceptualization and research of empowerment in the field of youth. International Journal of Adolescence and Youth, 22(4), 405–418. https://doi.org/10.1080/02673843.2016.1209120
[6] Phelan, Mauricio –compilador–. (2018). El círculo virtuoso de las capacidades en el desarrollo humano. Universidad Central de Venezuela Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico.
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