En el vasto universo de la psicoterapia, hay corrientes que, más que enfocarse en tratar síntomas, se centran en el desarrollo integral de las personas, reconociendo su capacidad innata para dirigir su vida hacia un mayor bienestar. Este enfoque humanista, que abarca corrientes como la gestalt (modalidad terapéutica que se centra en la conciencia del aquí y ahora, explorando las experiencias presentes de la persona consultante para promover la autoconciencia y el crecimiento personal), el enfoque centrado en la persona (que busca crear un ambiente de aceptación incondicional, empatía y congruencia para facilitar el autoconocimiento y el crecimiento personal de la persona consultante) y las terapias narrativas (centradas en la reconstrucción y el empoderamiento de las personas a través de la 'reescritura' de sus narrativas personales, liberándolos de las limitaciones impuestas por las historias dominantes y fomentando la autoría de sus propias vidas), se distingue por su profundo respeto por la dignidad y la agencia de cada ser humano.
Dignidad: El Fundamento de la Autovaloración
Aunque ya hemos explorado algunas visiones de la dignidad. No está de más hacer una síntesis. Según Martha Nussbaum [1], la dignidad es algo inherente a la persona, que demanda ser desarrollado de manera ineludible. En el contexto de la psicoterapia, esto implica reconocer y respetar la valía intrínseca de cada persona, independientemente de sus circunstancias o historias de vida. Desde esta perspectiva, la persona que funge como terapeuta humanista no juzga ni etiqueta, sino que acompaña a la persona consultante en su viaje hacia una mayor autoconsciencia y autenticidad.
La dignidad está estrechamente vinculada con la conación activa, es decir, aquello que abarca los anhelos, esfuerzos, motivaciones y deseos de los seres humanos. En el proceso terapéutico, se busca crear un espacio seguro donde la persona pueda explorar y expresar libremente esos deseos y aspiraciones propios, sin temor al juicio o la crítica.
Agencia: El Poder de la Autodeterminación
La agencia, que también ya hemos explorado en un artículo anterior, es otro elemento principal en el acompañamiento psicoterapéutico humanista. Es importante recordar que la agencia se entiende como la capacidad de actuar y provocar cambios en la propia vida y en la comunidad. Desde la perspectiva de Amartya Sen [2], la agencia implica la realización de las metas valiosas de las personas, tanto individuales como colectivas, y abarca las libertades civiles, políticas, económicas y sociales. Un momento!!! ¿Y qué significa todo esto?
Si bien tengo visiones muy académicas, me importa que las personas entiendan de lo que estoy hablando, y es por eso que en ocasiones me meto más en 'Honduras' (más a fondo, vaya) para tratar de que todo quede lo más claro posible. Así, cuando hablamos de libertades civiles, me refiero a derechos fundamentales que garantizan la protección de las personas frente a intervenciones indebidas de las autoridades. Porque, cuántas veces no hemos sabido que un policía detiene a una persona sin una orden judicial o sin que la persona esté claramente haciendo un ilícito (visiblemente en flagrancia). Así, no es para menos tener en cuenta este tipo de libertades, de las que algunas personas pueden llegar a ser privadas. Libertades civiles implican también asegurar el libre ejercicio de actividades personales, como la libertad de expresión, la libertad de elegir tener o no una creencia religiosa, y la libertad de reunión, mientras no se afecte a nadie. Por otro lado, las libertades políticas son los derechos fundamentales que nos permiten participar en la toma de decisiones, sumándose estas libertades a las civiles, junto con la posibilidad de elegir a las personas que nos gobiernan... (que no siempre son las más deseables, aunque aparentemente se nos expongan como diversas alternativas, dicho sea de paso).
Las libertades económicas tienen que ver con la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre lo que pueden consumir, producir o invertir, sin restricciones injustificadas. El problema aquí, va mucho más allá de la libertad, cuando hablamos de que la libertad no se puede ejercer, sino tenemos condiciones de salarios que nos permitan vivir en dignidad con holgura. Y acá suelo remitirme a un artículo que publicó una académica que ahora hace difusión de investigación por medios periodísticos: Viri Ríos [4], con su artículo 'No eres clase media' en donde revisa una tesis doctoral para dar datos duros sobre el hecho de que en México, el 61 por ciento de la población se considera clase media, cuando en realidad solo el 12 por ciento, puede ser considerada como tal. Así, para ser clase media, según el estudio que analiza, para ser clase media, una familia de 4 personas debiera tener un ingreso mínimo de 64 mil pesos. Es decir. Cada persona de la familia debiera tener derecho a gastar al menos 16 mil pesos al mes para vivir con holgura y dignidad. Si hay familias de 3 que viven con 20 mil pesos (si bien les va), quiere decir que tienen menos de 7 mil pesos para gastar al mes por persona... o sea, menos de la mitad de los 16 mil esperados para vivir con dignidad. Eso sin contar con que es un estudio de 2020. ¿Se ve el problema?
Por último, las libertades sociales para una persona son los derechos y oportunidades que permiten la participación libre y plena en la vida social, cultural, y económica de su comunidad. Suena muy bonito, y aparentemente todas las personas, podríamos ejercierlas, pero la realidad es que si el 61 por ciento de la población vive con menos de 7 mil pesos al mes para gastar (y eso si bien nos va)... ¿cómo tendrán cabeza para poder ejercer una vida social o cultural en dignidad? ¿Se ve?
Así, en el contexto terapéutico, la agencia se manifiesta a través del empoderamiento de la persona para tomar decisiones autónomas y asumir la responsabilidad de su propio crecimiento y desarrollo. Pero este empoderamiento, implica poder ver y nombrar, también, lo que el contexto aporta o deja de aportarle a la persona. Es importante tomarlo en cuenta, porque en muchas ocasiones, la persona se culpa a sí misma de sus problemáticas, cuando en realidad, su contexto no está ayudando en mucho a la persona. Así, el terapeuta actúa como un facilitador, brindando apoyo y orientación, pero dejando espacio para que la persona explore sus propias opciones y elija el camino que mejor se alinee con sus valores y objetivos. Es importante señalar que el empoderamiento implica una metamorfosis y evolución en las personas, colectivos y/o comunidades, donde estas adquieren dominio sobre sus destinos y autonomía. Úcar y colaboradores (2016) identifican tres elementos clave relacionados con este concepto: poder, participación y educación, a pesar de la ambigüedad inicial del término.
El Papel de la Psicoterapia Humanista
La psicoterapia humanista, en sus diversas formas, ofrece un marco sólido para trabajar con la dignidad y la agencia de las personas consultantes. En la terapia gestalt, por ejemplo, se enfatiza la importancia de la conciencia en el aquí y ahora, invitando a la persona consultante a explorar sus experiencias presentes y descubrir nuevas formas de relacionarse consigo misma y con otras personas.
El enfoque centrado en la persona de Carl Rogers pone un énfasis particular en la congruencia, la empatía y la aceptación incondicional por parte del terapeuta, creando un ambiente de confianza y respeto donde la persona consultante pueda sentirse libre para explorar sus pensamientos, sentimientos y comportamientos sin miedo al rechazo.
Las terapias narrativas, por su parte, ofrecen herramientas creativas para ayudar al consultante a reescribir su propia historia, liberándose de los viejos patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar limitando su capacidad de vivir una vida plena y significativa.
En resumen, el acompañamiento psicoterapéutico desde la mirada de la dignidad y la agencia reconoce la capacidad inherente de cada individuo para dirigir su propio camino hacia el bienestar y la realización personal, sin dejar de visibilizar todo lo que el contexto le brinda o le deja de aportar como oportunidades para desarrollar su agencia desde la dignidad. Al proporcionar un espacio seguro y de apoyo, los terapeutas humanistas ayudan a las personas a descubrir su verdadero potencial y a vivir vidas más auténticas y satisfactorias, promoviendo la dignidad aún en situaciones complejas.
Te invito a conocer nuestros acompañamientos aquí. Mientras tanto, te dejo un abrazo pendiente hasta que nos volvamos a encontrar por estos lares virtuales.
Referencias
[1] Nussbaum, M. C. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Traducción de Albino Santos. Paidós. Barcelona.
[2] Sen, Amartya. (2000). Desarrollo y libertad. Editorial Planeta. Buenos Aires.
[3] Úcar, X., Jiménez-Morales, M., Soler Masó, P., & Trilla Bernet, J. (2016). Exploring the conceptualization and research of empowerment in the field of youth. International Journal of Adolescence and Youth, 22(4), 405–418. https://doi.org/10.1080/02673843.2016.1209120
[4] Ríos, Viri. (2020). No eres clase media. Artículo en The New York Times. Consulta realizada el 25/May/2024. Texto en línea disponible en: https://www.nytimes.com/es/2020/07/06/espanol/opinion/clase-media-mexico.html
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