Por Mauricio Durán
(Ciudad de México, Agosto de 2023)
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En la sinfonía de emociones que nos componen como seres humanos, podríamos hablar de la alegría como una nota vibrante (y quizá en ocasiones quizá ¿disonante?) que merece ser entendida en toda su complejidad. ¿Qué es realmente la alegría? ¿Qué relación guarda con la risa y el humor? ¿Existe una base científica detrás de estas experiencias? Estas cuestiones cobran relevancia, especialmente en el marco del Día Mundial de la Alegría. En este mes, nos sumergimos en el fascinante mundo de la alegría, su definición y cómo puede iluminar (y quizá a veces en exceso ¿opacar?) nuestras vidas de maneras sorprendentes.
Descifrando la Esencia de la Alegría
La alegría, un sentimiento y emoción que todas, como personas, hemos experimentado en algún momento, es una sensación compleja. Algunas investigaciones la asocian con la satisfacción tras logros alcanzados, mientras que otras la definen como un estado generalizado de paz y bienestar. En palabras de algunas personas investigadoras expertas [1], la alegría es enriquecedora para el corazón y la mente, un regalo que todas las personas podemos experimentar de diversas formas.
Esta emoción (y/o sentimiento) habita en el interior de cada persona, tejida entre las interacciones con otros seres humanos, el entorno que nos rodea, la sociedad y la cultura en la que nos sumergimos. Puede ser una suerte de chispa pasajera o una corriente subyacente en la vida de alguien, influenciada por aspectos genéticos, situacionales y decisiones personales. Algunas investigaciones señalan que podemos decidir cómo reaccionar ante los acontecimientos, aceptar las circunstancias tal como son y valorar cada aspecto de la vida, y esto es visto como caminos que nos conducen hacia una mayor alegría. Sin embargo, en accompañarte, a menudo hacemos algunas reflexiones críticas sobre estas visiones: ‘Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre’, diría un dicho muy mexicano.
La Alegría en un Mundo de Contrastantes Emociones
Mientras exploramos la alegría, no podemos pasar por alto su relación con sus ‘opuestos’ (o complementos) emocionales. Curiosamente, existen diecisiete veces más investigaciones sobre emociones displacenteras como la tristeza, el miedo y la ira, en comparación con la alegría y las emociones placenteras [2]. ¿Por qué esta disparidad? Tal vez porque la sociedad está ávida por comprender y gestionar las emociones o sentimientos, aparentemente ‘negativos’. Acá es importante recordar que, desde la perspectiva humanista, no existen sentimientos ‘positivos’ o ‘negativos’, sino sentimientos que nos hablan de necesidades satisfechas o no satisfechas [3]. Así, no está de más, recordar que los sentimientos son un gerundio: ‘ando feliz’, ‘ando triste’ ‘ando…’. Experimentamos la alegría y la tristeza, pero perseguir constantemente la alegría podría convertirse en un agotador desafío. En lugar de eliminar emociones displacenteras, sería importante aprender a vivirlas y reconocer las necesidades detrás de las mismas, y eso puede brindar la posibilidad de crecimiento y equilibrio emocional.
La alegría y la tristeza son dos lados de la misma moneda emocional. A menudo, al permitirnos sentir y vivir nuestras emociones más ‘difíciles’, nos abrimos a la posibilidad de experimentar una alegría más profunda y auténtica. En este viaje, aprendemos que la aceptación es la clave para el cambio y que, detrás de cada emoción desafiante, yace una necesidad que merece ser atendida.
La Alegría y su Manifestación a través de la Risa
La alegría a menudo se manifiesta en sonrisas y risas contagiosas. Ambas son expresiones externas de un estado interno de felicidad y satisfacción. Es en este punto que se entrelaza nuestro trabajo en ‘accompañarte’, donde hemos estado explorando desde 2018, a través de una investigación doctoral, cómo el humor adaptativo, la risa sagrada y el mundo del clown pueden aportar para darle un rumbo diferente a nuestras vidas. La figura del clown, proveniente del teatro y el circo, encierra una disciplina que va más allá de la diversión. Con un enfoque que vinculamos al humor adaptativo [4], se puede convertir en un vehículo para mejorar la calidad de vida de las personas. Pero, ¿qué es el humor adaptativo en síntesis? Investigadores canadienses han explorado este tipo de humor y sus beneficios para la salud, mostrando cómo puede ser un catalizador para el bienestar emocional y físico. De esto estaremos hablando el próximo mes. Y por lo pronto te invitamos a darle un vistazo (o una oreja) a nuestro más reciente podcast donde entrevistamos a dos clownesas (Claudia Ivonne Cervantes y Nohemí Espinosa) para charlar sobre estos temas.
El vínculo entre la alegría y la risa es innegable. Sin embargo, es esencial entender que la risa trasciende la simple asociación con la felicidad, extendiéndose a una gama más amplia de emociones como el miedo, los nervios, el dolor e incluso el sufrimiento. Según Ana María Fernández Poncela, la risa es una expresión emocional compleja que involucra gestos faciales, sonidos y movimientos corporales, y su origen puede ser diverso. No obstante, a pesar de sus orígenes variados, la risa está relacionada con la vitalidad y la alegría, ya que puede recargar de energía y animar a las personas. Esta manifestación, aunque con beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, también presenta matices, ya que su exceso en casos extremos puede ser perjudicial e incluso provocar consecuencias graves, como ataques cardíacos.
La risa, en palabras de Jesús Díaz [5], es una reacción intrigante, una respuesta ante algo que puede parecer amenazador, pero que se percibe en última instancia como inofensivo. Este matiz resalta la complejidad de la risa como una respuesta humana multifacética. En la actualidad, se reconoce su relevancia no solo para el bienestar físico y mental, sino también en contextos terapéuticos y educativos, además de su aplicación en la vida cotidiana. Este enfoque integral subraya la importancia de entender y abrazar la risa como una fuerza sanadora y transformadora en nuestras vidas. Así, la risa no solo representa una simple reacción, sino que es un puente entre diversas emociones y una herramienta que puede enriquecer nuestras vivencias emocionales y nuestra relación con el mundo que nos rodea.
Explorando la Alegría desde la Perspectiva de la Gestalt: Equilibrio y Autenticidad
En el trasfondo de las reflexiones de Anna María Fernández Poncela sobre la alegría se encuentra un enfoque revelador: la terapia Gestalt. Esta autora nos guía hacia la obra de Myriam Muñoz Polit [6] para desentrañar las complejidades de la alegría desde esta perspectiva. La Gestalt, una corriente humanista que se erige como una alternativa (la tercera fuerza) al psicoanálisis y a la psicología cognitivo-conductual, gira en torno a una visión centrada en las personas, su autonomía, empoderamiento y agencia, fomentando el desarrollo de valores y metas personales.
Desde la lente de la Gestalt, la alegría adquiere un papel de vital importancia. Se presenta como una fuente de vitalidad, recargando nuestra energía vital y manteniendo un equilibrio intrínseco. Sin embargo, se advierte sobre los peligros de la alegría desmedida, que puede llevar a la negación de emociones desagradables y sumirnos en una euforia que desconecta con la realidad. Este exceso puede incluso conducir a la ‘deflexión’, un mecanismo de defensa que nos distancía de las demás personas y de nosotras mismas. En última instancia, la Gestalt nos enseña a abrazar la alegría en su justa medida, honrando la autenticidad emocional y la conexión con nuestras propias necesidades y las de los demás.
Causas, Funciones y Consecuencias de la Alegría: Más Allá de lo Individual
La alegría se manifiesta cuando nuestras necesidades están satisfechas. Puede ser desencadenada por evaluar un evento como favorable, alcanzar una meta deseada, vivir una experiencia estética o simplemente sumergirse en un estado de placer y gozo. Sin embargo, es esencial recordar que la alegría no está aislada en nuestra propia burbuja. A menudo, el entorno ejerce su influencia, dejando pendientes o aportando para nuestro desarrollo como personas. Cuando centramos nuestra atención únicamente en nosotras mismas, podemos perder de vista este componente crucial.
Es importante explorar las funciones y consecuencias de la alegría desde un enfoque multidimensional. Así, desde una perspectiva biológica, la alegría se encuentra entrelazada con cambios hormonales y adaptativos, con la reducción de respuestas estresantes y la optimización del sistema inmunológico. No obstante, un exceso de alegría, como ya hemos visto, puede generar desequilibrios. Desde lo psicológico y social, la alegría se convierte en un catalizador para resolver problemas, avivar la motivación y fomentar la interacción amigable con los demás. Sin embargo, este análisis nos insta a no dejarnos llevar por visiones capitalistas o individualistas que puedan secuestrar la esencia auténtica de la alegría. Visiones capitalistas o individualistas en donde hay un interés centrado en el bienestar propio… muchas veces dejando de ver al entorno, a las otras personas y/o hasta a nosotras mismas, como personas. Pensar que el crecimiento económico es el fin último de todo –que, dicho sea de paso, sí ayuda y es totalmente necesario e indispensable– está bien, pero siempre sin dejar de ver las dos caras de la moneda. Más allá de la utilidad de la alegría en el aumento de la productividad, es crucial mantener un equilibrio y poner atención en nuestras necesidades y las de nuestro entorno. La alegría no es simplemente buena o mala; en cambio, debe ser explorada críticamente para comprender su papel en nuestras vidas y cómo puede ser utilizada como herramienta para el crecimiento personal y colectivo.
La Importancia de Contextualizar la Alegría
La alegría, como hemos visto, no puede ser considerada de manera aislada. Es importante reconocer que está vinculada con nuestro entorno, con nuestras relaciones interpersonales y con nuestra salud física y mental. La alegría, entonces, tendría que ser contemplada como un componente integral de una vida equilibrada, como la cara ‘b’ de una moneda que necesita darle lugar también a la cara ‘a’ para no dejar de atender necesidades.
Al celebrar la alegría, es vital mantener una perspectiva crítica. Las reflexiones sobre la alegría desde el mindfulness (la meditación), la psicología positiva y la risa deben ser enriquecedoras, pero no deben cegarnos ante las necesidades que se muestran a partir de las emociones displacenteras. En última instancia, volviendo a la metáfora inicial de este texto, la alegría es como una melodía que une nuestra existencia, guiándonos hacia la vivacidad, la conexión y la comprensión plena de nuestro ser emocional, sin dejar de ser un complemento en el ‘estar siendo’ y en el estar viviendo los sentimientos diversos (aún los displacenteros) en nuestra vida cotidiana.
La alegría es un regalo que podemos dar y recibir. Al compartir empatía y compasión (aquel deseo y puesta en práctica de sanar el malestar de otras personas), no sólo aportamos a nuestras propias vidas, sino que también contribuimos a un mundo mejor. A medida que abrazamos las emociones, cualesquiera que estas sean, aprendemos a conectarlas con nuestras necesidades, y tratamos de encontrar un equilibrio entre la alegría y otras emociones, estamos proponiendo mejoras para nosotras, como personas, y para nuestro entorno.
En este mes, invitemos a la alegría a nuestras vidas, descubriendo cómo se manifiesta a través de sonrisas, risas y momentos de humor compartido. Demos espacio para las emociones displacenteras, y si necesitamos de escucha y acompañamiento, recuerda que puedes acercarte aquí. En estos procesos, es importante la aceptación de toda nuestra amplia gama de sentimientos y emociones, conectándolas con nuestras necesidades humanas y aprendiendo a navegar por el vasto océano de nuestras experiencias emocionales.
Te dejo un abrazo pendiente, hasta que nos volvamos a encontrar por estos espacios virtuales.
[1] Fernández Poncela, Anna María (2022). ¿Qué es la alegría?. En Entramados Emocionales. Cuidados, Vivencias y Redes Sociales Virtuales. Enríquez, Rocío y López, Olivia –coordinadoras–. ITESO. Universidad Jesuita de Guadalajara.
[2] André, Ch. & Lelord, F. (2012). La fuerza de las emociones. Barcelona: Kairós.
[3] Rosenberg, M. B. (2006). Comunicación no violenta. Gran Aldea Editores.
[4] Martin, R. A., Puhlik-Doris, P., Larsen, G., Gray, J., & Weir, K. (2003). Individual differences in uses of humor and their relation to psychological well-being: Development of the Humor Styles Questionnaire, en Journal of Research in Personality. Academic Press. New York, vol. 37, 48-75.
[5] Díaz, J. (2019). Corazón de payaso (sin olvidar mente y cuerpo). Con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Programa Creadores Escénicos con Trayectoria 2016, México.
[6] Muñoz Polit, Myriam. (2019). Emociones, Sentimientos y Necesidades. Una aproximación humanista. eBook.
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